Hola, hoy me presento con una receta muy característica de la Semana Santa, como son las Torrijas.
Habrá muchas formas de prepararlas, pero hoy nos ceñiremos a las tradicionales torrijas con leche, son un clásico y nunca fallan.
Se trata de un postre de preparación sencilla pero que a su vez requiere de un mínimo en su elaboración.
El conseguir una torrija perfecta dependerá un poco de la calidad de los ingredientes, de los materiales empleados y aparte de lo anteriormente citado, el mimo que empleemos en su elaboración.
Espero que os gusten.



Receta de las Torrijas

    1 Barra de Pan.
    1 l. de Leche entera.
240 gr. de Azúcar.
    3 Huevos.
    1 Palo de Canela.
    2 l. de Aceite de Oliva suave 0,4° para freír.
       La Piel de ½ limón y de ½ naranja.

      Azúcar y Canela al gusto para rebozar.

      Vienen a salir entre diez u once torrijas, dependiendo del                   tamaño de la barra de pan.



Elaboracion de las Torrijas

Pondremos un cazo al fuego, el cual, llenaremos con la leche, el azúcar, el palo de canela, la piel de la naranja y del limón.
Cuando rompa a hervir, retiraremos del fuego y dejaremos que infusione bien.
Mientras se enfría la leche cortaremos el pan en rebanadas y reservaremos.
Una vez fría, retiraremos las pieles y la canela, verteremos en una bandeja apta para que se remojen las rebanadas de pan.
Una vez que las tengamos lo suficientemente empapadas de leche y sin que lleguen a romperse, pasaremos por los huevos batidos y freiremos hasta dorarse.
Retiraremos del fuego, dejaremos escurrir sobre papel absorbente y tras su reposo, embadurnaremos con azúcar y canela al gusto.


Sugerencias

Recomiendo sofreír previamente en el aceite para las torrijas, la piel de una naranja y de un limón junto con el palo de canela y así le aportará un sabor y perfume mas acentuado a la hora de freírlas.

Os recomiendo hervir la leche con el azúcar, las pieles de los cítricos y el palo de canela la víspera a la realización de las torrijas y dejarla que infusione toda la noche.

Mejor utilizar pan del día anterior, así mantendrá la consistencia cuando lo empapemos con la leche y no se nos romperá al pasarlo por el huevo.

A la hora de cortar las rebanadas de pan, ni muy gruesas ni muy delgadas, recomiendo cortarlas sobre unos 2 cm. de grosor, lo suficiente para que se empapen bien, pero no se nos rompan al manipularlas.

Cuando las sofriamos, en cuento empiecen a coger color os recomiendo retirarlas del fuego para que no se nos queden muy hechas por dentro y pierdan su jugosidad.





Adeu.