El otro día paseaba por los alrededores de la casa de mis abuelos, ahora es donde reside mi tía, allí pase parte de mi infancia. 
L`Horta, que es como se llama el lugar, es una de las tantas partidas municipales que constituyen, La Villa de Altea.
Como os decía, paseando me encontré con un viejo membrillero, al cual trepaba de niño.
¡Mira que ha padecido el pobre!, pero ahí sigue. Lo vengo a decir, porque es la temporada.
Es un dulce que me transporta a tiempos lejanos de mi niñez.
El Codonyat, que es así, como se llama en mi tierra, siempre lo he elaborado de la forma tradicional, como me ha enseñado mi suegra, muy rico, por cierto. Esta vez, lo vamos ha elaborar de forma diferente. Haremos una receta que encontré bloggeando por la red, la probé el año pasado, y me fascinó, es una adaptación de la del blog de gipsychef, tiene matices  cítricos y a especies, vamos que tiene su punto.
Vamos a ello.


Receta para el dulce de Membrillo

1  Kilo de Membrillos.
1  Naranja.
1  Limón.
1 Palo de Canela.
2 Cucharadas Soperas de Miel de Azahar.
1/3 de c/c de Clavo Molido.
1/2 de c/c de Jengibre Molido.
1/2 de c/c de Nuez Moscada Molida. 
750 Gramos de Azúcar Moreno.
300 ml de Cerveza Tostada.

Elaboracion

Limpiamos los membrillos en la pileta, con un buen chorro de agua fresca, les quitamos la capa de algodoncillo que los recubre y secamos bien.
Los pelamos y descorazonamos, reservamos las pieles y los corazones en un bol, en una cazuela aparte, vamos cortando en menudillo la carne de los membrillos que rociaremos con el zumo de la naranja y del limón, a continuación añadiremos las pieles, el palo de canela, las especies, la miel, los corazones y el azúcar con las correspondientes pieles de la naranja y del limón.




Todo esto, lo dejaremos reposar, mínimo, doce horas.
Yo recomiendo prepararlo por la noche  y a la tarde-noche del día siguiente empezar con el guiso, para que así, se maceren bien todos los ingredientes.
Al día siguiente os sorprenderá la reacción producida en la cazuela, se ha llenado de líquido, puro jarabe y el membrillo se ha oxidado, ¡no pasa nada!, es normal, ¡probad el jarabe!, es impresionante, solo probadlo, no os lo bebáis, ¡tenemos que seguir con la receta!.




Ponemos la cazuela al fuego, la llevamos a ebullición y con paciencia, lo vamos removiendo, se irá cocinando el membrillo y el liquido consumiendo, que a su vez espesara, entonces será el momento de verter la cerveza, subir de potencia el fuego para que vuelva ha hervir, lo mantendremos hasta que vuelva a caramelizar el membrillo, entonces sera el momento de retirarlo del fuego.
Cuando hago el membrillo tradicional, le suelo pasar la turmix, pero en este caso, recomiendo el pasa puré.
Cuando lo pasas de la cazuela al pasapuré, emana un olor que te embriaga.
Recomiendo quitar previamente los corazones, los cítricos, las pieles y el palo de canela. Debe de quedar con una textura como mas basta, grumosa, eso es lo que pretendemos. Yo lo suelo conservar en tarros de vidrio, como una mermelada.
Es ideal comerlo con una rebanada de Pan de Soda y virutas de Parmesano o Picorino por encima.
La verdad, es que, de lo ideal, a lo real, la cosa dista bastante y lo digo por que yo me lo como a cucharadas por la noche cuando termino de cenar, que no se si es lo ideal.
Espero que os guste y para saber si os gusta debéis probarlo.


Sugerencias  

Es conveniente reservar un poco de jarabe para después de pasarlo por el pasapure, por si quedase muy espeso y así poder rectificar, ha de quedar como una mermelada.


Cuando pongáis las especies, siempre enrasadas con el borde de la cucharilla.

Las especies, es un poco al gusto de cada cual, pero os recuerdo que no deben de predominar sobre el resto, hay que buscar el equilibrio.



Adeu.